Ahora veremos cómo cuidar el sistema de frenado en los meses de invierno y olas de frío intenso.
El sistema de frenado del vehículo consta de múltiples componentes y muchos de ellos están expuestos al polvo, agua, humedad, nieve agua y hielo, por lo que para un óptimo funcionamiento del frenado en invierno conviene asegurar las siguientes partes del sistema
Ahora revisaremos las partes por puntos principales:
- Atención a los tubos/mangueras de freno (Latiguillos)tanto rígidos como flexibles ya que pueden corroerse en su interior y/o exterior, mediante un control exhaustivo detectar fugas, óxidos o daños mecánicos. Los latiguillos y tuberías como soporte del líquido de frenos son cruciales para un buen funcionamiento de la frenada.
- Los fabricantes recomiendan sustituir el líquido de frenos cada 2 años o cada 60.000 km recorridos.
- Un elemento susceptible de sufrir con las condiciones adversas invernales son los enchufes y anillos de los captadores del sistema ABS, por posibles corrosiones y óxido. La luz de avería encendida en el cuadro de instrumentos de este sistema es un indicativo de esta avería (entre otras).
- También las pastillas de freno pueden corroerse, lo que afectaría a su libre movimiento en la frenada, así como podría suceder sobre el disco de freno. Atención a la sal que se echa en las carreteras en épocas de fuertes heladas!
- Si el vehículo pasa mucho tiempo estacionado en condiciones de mucha humedad los discos de freno estarán seguramente oxidados, en cuyo caso, es importante hacer varias frenadas controladas para limpiarlos.
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